La Guerra Civil
Cuando era niño… y disfrutaba esas tardes imaginativas viendo hacia la calle por mi ventana… imaginando qué tan lejos podría llegar Spider-Man teniendo que columpiarse por casitas tan pequeñas… me di cuenta de pronto que cada vez que imaginaba a un superhéroe… no me imaginaba a mí teniendo tal o cual poder… sino que me imaginaba a mí mismo viendo a un súper héroe en acción. . . ese era en realidad mi ambición, creer en un mundo en que esos poderes fueran reales, creer en un mundo en que los héroes existieran… sentirme a salvo. (Lloré en las tres de Spider-Man… ¿Y qué?)
Después, cuando fui más grande me sorprendí por historias como “MARVELS” o “KINGDOM COME” que mostraban ese otro aspecto de la historia de superhéroes… la humanidad perdida… lo que acontecía al “Average Joe” cuando trataba de ir a casa en un mundo lleno de súper héroes… y Súper Villanos… comencé a sentir una suerte de claustrofobia… como si el estar afuera me sofocara… como si el mundo que yo creía seguro, no lo fuera en realidad…
Ese es uno de los elementos que más me fascinan en los comics… cuando ves aquello a lo que los héroes protegen… cuando piensas en las consecuencias de tanto poder… de tanta destrucción en un mundo que parece tan frágil como el papel…
Y llegó Civil War… La explosión en Stamford resultó de una naturaleza gráfica tan sublime (para mi) que comencé a recordar ese sentimiento de claustrofobia… y comenzaron las reacciones… ¡PUM! Un botellazo en la nuca para Johnny Storm…
¡BOOM! Un decreto anti vigilantes (como Watchmen pero menos radical, como aquello que siempre hemos temido cuando leemos X-Men)… Y el mejor héroe de Todos… el eterno amigable vecino… utilizado por alguien que se suponía era su amigo… se revela al mundo… Ese era un mundo devastador… poco a poco las paredes de las casitas de papel comenzaban a rasgarse… de pronto el sentimiento de claustrofobia… era casi compulsivo. . . ¿qué está pasando?
Y viene lo peor… Héroes contra héroes… ¿a quién le vas? Obviamente al Capitán América… aquel “Icono” del “American Way” quien ya ha hecho publica su identidad, aquel que se sintió el más impotente de los impotentes durante el 9-11 y con todo lo que odio el nacionalismo enfermizo norteamericano de ser “La policía del mundo” que representa el Capitán… me puse de su lado… por que él era el único que parecía ser coherente… quien parecía no haber perdido la razón y seguía luchando por la libertad de la vida privada… un héroe dice “Las máscaras son una tradición” ¡Al Diablo las tradiciones! ¿A quién le importan las tradiciones? ¡Van a ir tras Mary Jane y la Tía May! … Spidey está arriesgando a su familia… y no creo que lo valga… sea o no sea la ley.
Y cuando tengo mi facción bien establecida… en contra incluso del mismísimo Peter Parker… Llega Reed Richards y me da la única razón en el mundo que podría hacerme dudar… Lo único en el mundo en lo que en verdad creo más allá del mundo fantástico de los Comics… Las palabras, las ideas del Hombre… De Isaac Asimov.
La Psicohistoria del gran Hari Seldon llevada al universo Marvel (si no saben de lo que hablo, lean bola de incultos) ¿Cómo oponerte a tal premisa? Reed Richards ha hecho posible la Psicohistoria, la ha inventado en ese universo y su resultado es innegable… la Guerra Civil debía ocurrir, el Registro de los Súper humanos… Todo a favor de un bien mayor… pero sucede lo del Clon de Thor… Spidey al fin entra en razón y es perseguido por Tony Stark… Los Thunderbolts casi matan a golpes a Spidey… Lo rescata Punisher…
Y de nuevo… cuando se veía un poco de luz… un pequeño respiro… de nuevo el castillo de naipes cae encima… después de todo, La Fundación de Terminus también tuvo que soportar lo suyo para llevar a bien el plan de Seldon…
Y me pongo en lugar de Ben Urich… de J.J. Jameson… del Average Joe… Eso es un infierno… ¿de verdad es tan necesario que existan los súper héroes? ¿No podríamos tratar de vivir nosotros solos… en paz…? La respuesta es obvia… claro que los héroes son necesarios… no sus poderes… no sus vistosos trajes de licra… sino lo que representan… esa chispa de vida, de incertidumbre en un mundo gris… es inevitable, no se puede tener lo bueno si no se sufre con los defectos.
Y cuando todo es tan fascinante... Cuando el gran cúmulo de emociones se desborda al contemplar a los más grandes íconos de la verdad, la justicia y el honor luchar unos contra otros por lo que creen, por las convicciones de su alma… Llega el miserable tomo 7… El Capitán se rinde… sin más… “no arrestarán al Capitán América, arrestarán a Steve Rogers”… Entiendo lo que sintió… ¡YO LO SENTÍ! Estaban defraudando a quienes debían proteger… estaban arruinando las vidas de los comunes… convertían el mundo en un caos… pero lo valía… al fin lo creía, al fin sentía que la Batalla tenía un propósito, si no la libertad de quienes tienen otra identidad, entonces valía por el bien mayor de Seldon… Creía ahora si en una razón superior… y el Capitán se Rinde…
Si, el final es frustrante… pero esa capacidad de volcar el mundo de cabeza… esa manera de “jugar” con lo “correcto” ese sentimiento de opresión… es por todo eso que Civil War me gustó… no es la gran historia… bueno, puede que esté de acuerdo… tiene muchas fallas… lo acepto… pero si se le da una oportunidad, si se trata de leer entre las líneas… si vives la historia… entonces lo disfrutarás, y escogerás un bando… y al final te lamentarás por no haber conseguido un mejor final.
Y además todavía no estoy amargado, todavía puedo disfrutar un comic sin tener que destrozarlo con una “crítica” inmediata.
¿Contento?... Y no me hagan empezar con la Crisis… Por que…
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